CALAMAR DE POTERA:
- Los calamares de potera están pescado a azuelo y sólo en una época del año. Normalmente su temporada es de agosto a noviembre, en época de su apareamiento por lo que sus órganos y carne sufren una transformación en textura y sabor, debido a la tinta, a la ova y al alto índice gonadosomático.
- Se pescan al amanecer y al atardecer en una embarcación a la deriva con un aparejo que tiene un plomo en su punta y un círculo de garfios curvados: la potera. Con la potera los calamares – y también las sepias y chocos pequeños- se cogen uno a uno por los tentáculos y cuando suben a bordo de la embarcación están vivos.
- Por la forma y la época en que se captura tiene un aspecto y unas cualidades organolépticas diferentes.
- Al no ser arrastrado por las redes llega limpio de arena y fango, con la piel intacta por lo que ya en el cubo presenta un bonito color rojizo y está recubierto de una especie de mucosidad que hace que se resbale al cogerlo. No hay que lavarlos demasiado ni limpiarlos por dentro ni quitarles la piel ya que perdería parte de sus propiedades.
- Por estar en época de desove su carne presenta una textura diferente es blanca y tiene un sabor especial que deja un leve dulzor en el paladar, por lo que también son conocidos como “calamares dulces”.
La tinta no está cristalizada y presenta una densidad más alta que al consumirla cocinada, aporta motivación y euforia, posiblemente por su alto contenido en dopamina, tirosina y levodopa.
Aunque el calamar de potera tiene múltiples recetas culinarias, a la plancha es como mejor se percibe su sabor. - Si quieres saber más cosas sobre el arte de pesca con potera pulsa aquí.
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